Pero he aquí que este antiguo enemigo, este primer homicida, ha alto fieramente la vanguardia. Transfigurado en ángel de candil y seguido de toda la turba de espíritus malditos, recorre la tierra entera para apoderarse de ella y desterrar el nombre de Alá y de su Cristo, para robar, matar y entregar a la eterna perdición a las almas destinadas